Hay algo que duele, pero es necesario decirlo con todas sus letras: una idea no es un negocio. No importa cuán brillante sea tu propuesta, cuántas horas hayas invertido en crear tu logo o lo bonita que quedó tu página web… si no genera ingresos, no estás construyendo un negocio, estás alimentando una ilusión. Y ojo, esto no es una crÃtica, es una invitación a despertar. Porque muchos emprendedores (sobre todo al comenzar) confunden el entusiasmo con los resultados. Se enfocan en la estética, en los detalles bonitos, en el…
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