¿Te ha pasado que se te ocurre una idea tan absurda, tan loca o tan divertida que terminas riéndote a solas, pensando: “esto no lo compraría nadie”? Bueno, déjame decirte algo: estás descartando una mina de oro. En el mundo actual, vender ideas que te dan risa no solo es posible, sino que puede convertirse en un negocio rentable, viral y duradero. No hablamos de bromas sin sentido ni de hacer el payaso, sino de detectar el poder que tienen las ideas con chispa, con humor, con autenticidad. ¿Por qué?…
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