Emprender es emocionante, desafiante y, muchas veces, impredecible. Puedes tener la mejor idea, una ejecución impecable y una comunidad fiel de clientes, pero hay algo que ningún emprendedor puede controlar del todo: las crisis. Desde una baja en las ventas hasta una emergencia personal, los imprevistos no avisan. Y aquí es donde cobra sentido una herramienta muchas veces olvidada pero absolutamente vital: el fondo de emergencia. Si estás construyendo un negocio —ya sea online, físico, o ambos— necesitas algo más que pasión y estrategia. Necesitas estabilidad financiera mínima para resistir…
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